Hay en la actualidad tantas distracciones que alejan al estudiante del amor por la lectura, entre ellos la internet, las redes sociales, los problemas sociales, económicos y políticos, la apatía por el respeto y la práctica de la moral, además la mala manipulación que se da a los medios de comunicación. Realmente hay que generar cambios en estos modelos para motivar al joven a que se enamore de leer literatura sana, que haga de la lectura un hábito, desarrollando así la creatividad y poder cultivar un semillero de poetas y escritores para las nuevas generaciones.